Paradojas del tiempo - Amargura [3º parte]

Nos miramos fijamente, agachamos la cabeza para ver el menú. Se nos enrojecían nuestros rostros, al menos el mío.

- ¿Qué te vas a pedir? – Pues no sé, algo ligero como una ensalada. ¿Y tú? – Lo mismo que tú, una ensalada esta bien. - ¿Y si pedimos una ensalada, para los dos, y luego cogemos un segundo plato? – Está bien, ¿Siempre, intentas sacar el mayor partido a todo? – Supongo que es algo que sale solo, serán los años. – Si como eres tan viejo. – Jejeje, no será para tanto. – Jajaja, es que tienes cada cosa.

Llegó el camarero e interrumpió ese momento tan agradable. Tomó nota y se volvió a ir por donde había venido.

Me sonó el móvil, estaba tan bien que la canción de Shakira que tenía en el móvil lo estropeó, estuve a punto de cogerlo, pero al ver que era mi madre lo cogí.

Le pregunte que pasaba y me estuvo explicando que había alguien en casa que quería hablar conmigo y que urgente, le dije que en media hora estaría allí y colgué.

- ¿Qué ha pasado?, te ha cambiado la cara. – Mi madre… - ¿Qué le pasa a tu madre? – No nada, solo que hay alguien en casa que quiere hablar conmigo, y pare que es la madre de tu ex. Lo que no se es como sabrá donde vivo. – Eso puede ser mi culpa. – No te preocupes, iré a calmar las cosas, si tengo algo bueno es el don de la palabra. – Iré contigo, si tu “don”, no puede, a lo mejor a mi me escucha. – Está bien, puedes ser un buen refuerzo.

Salimos del restaurante a toda prisa, pagué las botellas de agua y le dije al camarero, que por una urgencia teníamos que irnos, así que, cancelase la comida.

Al subirnos al coche, puse música para relajar mi mente, y pensar con claridad que es lo que tenía que decirle, puse “My Chemical Romance” es de esos grupos que me relajan.

Entramos en casa, y allí me las encontré a las dos, mi madre y la del otro chico. Nada más pasar por la puerta y cerrarla ella empezó a hacerme preguntas como si se las pudiese contestar, nunca me había planteado una situación similar, me sentía incomodo.

- Cálmese, ¿que pasa? – Esta mujer, dice ser la madre de aquel chico. – Si soy, la madre del joven muerto hace 2 días, y si se suicidó y no se porque es por eso que estoy aquí, pensé que si hablaba contigo que lo conocías podrías decirme el porque. – Bueno yo… - Te lo diré yo. – ¿Tú? – Si yo, soy quien mejor lo sabe, ya que fue por mi culpa. - ¿Cómo que fue por tu culpa? – Esa noche fue en la que cortamos. – Pero ¿porque? – Porque ya no sentía lo mismo por él, me di cuenta de que quería a otro que había estado a mi lado desde que éramos pequeños y nunca me di cuenta, hasta esa noche. – Así que hace dos noches que te diste cuenta de a quien querías de verdad. – Sí.

Me sentía apartado de la conversación como si ya no fuese conmigo, era en entre ella y la madre, yo no tenía por que entrometerme, pero si hacía falta entraría.

La conversación estaba llegando a un punto crítico, pero sin mediar más palabras se abrazaron y todo concluyó ahí. Empezaron a caminar hacía la puerta y yo preocupado les pregunté:

- ¿Dónde vais? – A dar una vuelta para que se airé. - De acuerdo, ¿Te llamo luego? – Sí, bueno mejor te llamo yo para que pases a recogernos. - Está bien, os acerco al tanatorio o vais dando el paseo.Iremos dando un paseo hacia allí, ¿Vendrás? – Claro estaré contigo en todo momento. – Pues hasta luego. – Hasta luego. –

Sin mediar más palabras, salieron por la puerta, y yo me subí arriba a esperar.

Al llegar arriba, me tumbe en la cama, para pensar todo lo que me estaba pasando, en encuentro, la unión y lo de esta tarde, pero yo me sentía agotado y sin darme cuenta mis ojos se cerraron solos.

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La tercera parte de esta historia, parece que empieza a calentarse el ambiente, espero que os este gustando, a mí no me desagrada.

La propuesta del titulo sigue en pie, lo único que se me han ocurrido los subtítulos para cada parte espero que os gusten a vosotros también.

Gracias por seguir leyendo.