Pensamientos libres

"Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz."

Friedrich Wilhelm Nietzsche

domingo, abril 29, 2007

Paradojas del tiempo - Algo nuevo empieza. [5ª parte]

Estuve toda la noche despierto, pensando en como acabaría si no me iba a Londres, pero tenia que ir, a parte de mejorar mi inglés, es mi nuevo trabajo, no quise decirle que me trasladaban allí para que no pensara que me podía llegar a quedar allí hasta 4 años, que eso era posible. Tenía el vuelo a las ocho de la mañana, eran ya las seis menos cuarto, cogí las maletas y las deje en el coche, almorcé algo me tome mi café mañanero, me dieron las seis y media.
Me despedí de mi madre y de mi padre, le dije a mi madre que cuidase de ella hasta que se levantará, y que le dijese que ya me había cogido el avión.

Llegue al aeropuerto y faltaban cinco minutos para embarcar, tras depositar las maletas para el embarque de ellas, me tome un ultimo café en España, como añoraría todo lo que dejaba atrás.
Embarqué en el avión y despego. Desconecté todos mis aparatos, para no saber nada de nadie durante el viaje, aunque no fuese muy largo, quise dormir.

Tras llegar a tierras inglesas, un chofer me esperaba, para llevarme a mi hotel. Al llegar al hotel, el recepcionista, me dijo que tenia dos mensajes, yo sorprendido, pensé que serían del jefe, dándome la bienvenida.
Y mi sorpresa fue que uno era del jefe, pero el otro era de ella. Estaba asombrado, no sabía como había conseguido la dirección del hotel, pero recordé que mi madre si que la sabía, así que supuse que ella se la daría.

El mensaje del jefe, ponía lo normal, la sorpresa fue que era una chica, es decir la jefa:
- Bienvenido a nuestro departamento, espero que te encuentres a gusto con nosotros y des lo mejor de ti. -

Y el mensaje de ella, temía leerlo, no sabía cual sería mi reacción al leerlo, era posible que dejase Inglaterra para reunirme con ella. Aunque suene egoísta este trabajo era muy importante para mí, siempre quise trabajar para Scotland Yard. Además Londres era precioso, me atraía y no sabia porque, supongo que me atraía de la misma forma que lo hacia Italia. Tras meditarlo mucho, decidí no leerla por el momento.

Tenía todo el día libre, ya que hasta la mañana siguiente no empezaba a trabajar, así que decidí pasear por las calles londinenses, para conocer mejor mi nuevo lugar de trabajo. Mientras paseaba por ST. George’s vi el “Imperial War Museum” y fue mi curiosidad, cuando empezó a surgir, así que, decidí entrar. Tras quedar fascinado con la cantidad de cosas que estaban expuestas, pensé en ver el Palacio de Buckingham, desde pequeño quería verlo, pero la hora de la comida se acercaba, comí en un restaurante que estaba cerca del museo.

Quise probar el famoso Roast Beef, estaba bueno lo que para mi gusto, poco echo por dentro, pero dentro de lo que cabe no comí tan mal como decían. Cuando quise dirigirme hacía el palacio de la monarquía inglesa, me di cuenta de que no sabia como llegar, y así fue como a una señorita que pasaba por mi lado, le pregunte como llegar. Nada más preguntarle la dirección, se dio cuenta que era español, y ella con un español muy fluido, como si hubiese estado en España durante mucho tiempo entablamos conversación.

- ¿Así que quieres ir al palacio de Buckingham?Sí, podrías indicármelo.Por supuesto, me dirijo hacia allí, pero antes he de pasar por un sitio que esta en frente de las casas del parlamento, sino te importa acompañarme.Esta bien, siempre es mejor ir acompañado.
No me había fijado antes, pero tenía unos hermosos ojos verdes que me recordaban a ella, pensé en leerme la carta, pero por respeto a mi nueva amiga no lo hice.

- ¿Y de dónde vienes?Pues de Barcelona, me ofrecieron trabajo aquí, y lo acepte era una oferta única.Ah, y por como lo dices parece que al final te hayas arrepentido, ¿o me equivoco?En verdad no es que me haya arrepentido, pero he dejado allí muchos recuerdos y a toda mi gente y me siento solo, bueno hasta ahora. - ¿Cómo hasta ahora?Te acabo de conocer, ya no estoy tan solo.Jeje, ¿y si no es mucho preguntar, de que trabajas?No pasa nada pregunta cuanto quieras. Pues aunque parezca raro soy criminólogo, me han trasladado aquí ya que necesitaban gente. - ¿Si? Entonces eres el nuevo. - ¿Cómo?Claro que no lo sabes, yo soy la jefa del departamento de criminología.Vaya que suerte.Pues si, que es una suerte. Bueno pero hoy dejemos el trabajo a un lado, ya tendremos mañana para ponerte al día, hoy seré tu guía por Londres y te lo enseñare lo mejor que pueda.Gracias.

Estuvimos todo el día, riendo y paseando por Londres, nos preguntamos de todo, y entre tantas preguntas surgió que como es que sabia tan bien el español, y me dijo que estuvo estudiando en España, la licenciatura de criminología.

El paseo se nos hizo corto, eran ya las diez y media, y estaba Londres completamente solitario, nos dirigimos hacia mi hotel, ya que ella vivía muy próximo a él. Antes de despedirnos quedamos para almorzar en algún sitio cercano, y me dijo que me llevaría a la playa de Brighton, para que no echase en falta la playa de Barcelona. Al despedirnos no dejé de mirarla hasta que no desapareció de mi vista, esa chica me había cautivado, no se como lo había echo pero, hizo que me olvidase por completo de todo lo que había dejado en Barcelona durante toda esa tarde.

Subí a mi habitación estaba agotado y me dormí rápido.

Pues aquí esta la quinta parte, tendréis que darle las gracias a la lluvia ya que sin ella no podría haberlo acabado.

Saludos.


martes, abril 24, 2007

Gracias


El titulo lo dice todo. Agradezco a todos mis lectores por las 1000 visitas, nunca pensé que este pequeño escritor, ya que solo llevo escribiendo desde marzo, haya conseguido que mil personas entrasen y leyesen. Agradecer también aquellos que dejan sus comentarios, con criticas constructivas o felicitándome por los escritos.

Muchas gracias!

Saludos a todos

sábado, abril 14, 2007

Paradojas del tiempo - Despedida [4ª parte]

Repentinamente comenzó a sonar el móvil. Me desperté sobresaltado. Lo cogí, era ella.

- ¿Diga?Pasa a buscarnos, por favor. - ¿Dónde estáis?En el tanatorio.Pero, no era a las siete. - Sí, y acaba de terminar, por eso te llamo. - ¿Cómo? Y yo me e quedado dormido… Lo siento.No pasa nada. He estado con ella todo el rato.Pero te dije que yo estaría contigo.Lo sé, no te preocupes ¿vale?Bueno, voy para allí.Aquí estaremos.

Asombrado por mi descuido, miré el reloj y vi que eran las ocho y efectivamente, aquello ya había acabado. Cogí las llaves del coche y la chaqueta, eran las ocho y la tarde empezaba a refrescarse.

Llegué al tanatorio, vi a las dos, allí paradas como estatuas, como si llevasen esperándome una hora, en verdad eran diez minutos, pero el frío hace parecer más tiempo. Se subieron en el coche.

- ¿Cómo estáis?Dentro de lo que cabe, bien. - ¿Dónde la llevo?A mi casa se quedará una temporada conmigo, para que no este sola.Vale.

Sin decirnos nada más, las acerque hasta casa de ella. Al despedirse, dijo que me llamaría.

Fue la despedida más amarga de todas, recuerdo la despedida que me hizo el más feliz del mundo, pero esta, ha hecho que me sienta como un completo idiota.

Me fui a casa, y me tumbé en la cama para poder reflexionar un poco, pensé en escribir algo, pero estaba tan decepcionado que solo tenía en mente, su cara, cuando me decía adiós. Tras estar casi media hora pensando decidí dormir. Y así fue como en el momento en que me estaba acurrucando, mis ojos ya se estaban cerrando, no me dio tiempo ni a taparme por completo.

………

Pasó una semana, de aquella despedida tan frustrada y no recibía llamadas de ella, y cuando yo la llamaba ella no me contestaba, me estaba preocupando, no sabia como estaba, ni nada de ella. Me plantee ir a su casa, pero como me dijo que estaría con la madre de él, no quería ir a molestarla.

Otra semana más y yo son saber nada de ella, cada día que pasaba estaba más preocupado, tendría unos cincuenta mensajes en el buzón de voz.

Incluso llegue a pensar que no quería hablar conmigo por lo del entierro y cada vez estaba más preocupado.

Estábamos en Abril y en dos días yo me iba a Londres durante todo el resto del año, para poder perfeccionar mi inglés mediocre.

Una tarde que la llame, cual fue mi sorpresa que me contestó.

- ¿Si? (Me encontraba aterrado, no sabía que decirle, mis palabras no salían.) Hola, ¿Qué tal? (Con dificultad, pero conseguí empezar la conversación)Bien, siento no haber podido llamarte antes, he estado muy ocupada.No pasa nada, me lo imaginé. - ¿Y que querías?Decirte que dentro de dos días me voy a… - ¿¡Dónde!?Déjame acabar, me voy a Londres, para acabar el año allí. - ¿Y eso, que es por que no hemos podido estar juntos?No, no es eso. Esto lo tenía planeado desde que empecé a trabajar, el jefe me lo ofreció y lo cogí. - ¿Y por que no me lo dijiste antes?Eso llevo intentando hacerlo hacer todo este tiempo.Ah, bueno.No te pongas así, me gustaría poder hablar contigo, y despedirme el día de antes al viaje, es decir mañana.Vale nos vemos mañana en la plaza, ¿a las 6?De acuerdo, allí estaré.

Al colgar la note preocupada.

Me vinieron a la cabeza, aquellos recuerdos, de nuestra unión, en la plaza. Vaya paradoja, nos unimos y nos despedimos en el mismo sitio.

………

Era el día antes de mi viaje a Londres y faltaba poco para las seis, para ser exactos, eran las seis menos cuarto decidí salir de casa para reunirme con ella.

Mientras me dirigía a la plaza, en mi cabeza iba pensando una forma sencilla y que no fuese dolorosa para ella ni para mí. Pero no sabía que decir, cada paso que daba, hacía que en mi apareciese ese miedo que una vez conseguí superarlo, el olvido.

Desde la lejanía, la vi, sentada en el banco, como aquella vez. Aquella noche ella estaba llorando, hoy sonreía pero era una sonrisa un poco forzada, por que sabía lo que iba a pasar.

Me senté a su lado, y lo primero que hice fue darle un abrazo, creo que ese abrazo ha sido el más tierno de todos los que he llegado a dar.

- Así que a Londres, eh, es bonito yo estuve hace dos años.Lo se fui despedirme de ti. – Es verdad, que lastima me dio que no pudiese venir conmigo esas dos semanas. – No podía ir tenía cosas que hacer.Lo sé. Ya se dice que en esta vida no se puede tener todo.Cierto. Te quería pedir un favor.Dime.No vayas al aeropuerto mañana, sino no podré partir, se que parece un poco egoísta, pero te lo ruego, por favor.Si es eso lo que quieres esta bien, no iré al aeropuerto, pero esta tarde la pasaremos juntos, ¿vale? - Soy todo tuyo.

Estuvimos toda la tarde juntos, esa tarde no la olvidaré nunca, fue la mejor entre otras muchas, estaba tan cansada, que se quedó dormida en mi brazo mientras tomábamos la ultima copa, como yo no tenia sus llaves, y tampoco sabía donde tenia ella las suyas, me imaginé que en el bolso, pero como tenia tantas cosas, sabia que no las encontraría. Decidí llevarla a mi casa, las acosté en mi cama y yo me fui al otro cuarto, uno que tenia abandonado.

Otro capitulo más, tenéis que darle las gracias a la lluvia que fue quien me inspiro, y a la doneta que me lo recordó. Espero que os guste.

domingo, abril 08, 2007

Y si el miedo

…Y si el miedo me coge y me mata
y si el miedo me arrastra hasta el sitio en que no quiero estar,
y si el miedo me engancha
sólo te pido que nunca me dejes de hablar
y si el miedo me gana este pulso
y si el miedo me invita a mi sólo a jugar
y si el miedo me pide mi cuerpo
doy la espalda y le digo no quiero jugar…

Este fragmento de la canción “Y si el miedo” de “El Canto del Loco” y titulo de este escrito, me viene perfecto para poder explicaros lo que quiero hacer que es hablaros sobre el miedo, esa sensación que tenemos alguna vez.

¿Qué es el miedo?

El miedo es un sentimiento, y no es producido por la ignorancia como pensaba yo antes, sino que tiene la función de protegernos o avisarnos de una situación real y peligrosa, por eso no lo produce la ignorancia, sino lo conocido. Es el responsable de hacernos recordar situaciones que han podido ser traumáticas y no queremos volver a pasarlas, pero para eso está el miedo para recordárnoslo y conseguir superarla.

Cuando el miedo empieza a surgir, al momento nos damos cuenta, ya que el corazón nos palpita más fuerte y las manos nos sudan.

¿Y por qué sentimos miedo?

Lo sentimos cuando sabemos que algo no va a salir como uno quiere, es decir, sentimos miedo al rechazo, a las pérdidas y también a los cambios.

A partir de esto creo que todos os habréis dado cuenta, y sino os lo diré. El miedo es nuestro más sincero amigo, siempre está con nosotros, nos acompaña a lo largo de nuestra vida, manifestándose en situaciones incómodas y no desconocidas como pensaba, es decir a causa de nuestra inseguridad es surge de nuestro corazón.

No obstante, este miedo podemos manejarlo, solo hay que reconocer que tenemos miedo y aceptarlo, una vez hecho esto hay que confesar a que le tememos. Esto es lo más difícil ha lo que una persona se puede ver expuesto, el declarar sus miedos. Pero sino consigues admitir tus temores, puedes hacer que la mente haga más difícil la situación de lo que en realidad es, un ejemplo claro son las fobias.

Cuando tenemos miedo nos bloqueamos y no podemos pensar ni actuar, por eso hay que conseguir tranquilizarse y pensar con calma para poder conseguir esquivar nuestros miedos o darles la espalda.


Vuelvo con mi filosofía, tras un parón y descanso de mi mente, vuelven a surgir estos pensamientos que incomodan a todos mis lectores. Aquellos que les guste la historia que estoy escribiendo que no se asusten porque la seguiré escribiendo.