Paradojas del tiempo - El encuentro [1º parte]

… Corre… más rápido…

Eran las únicas palabras que tenia en mente, mientras llegaba a la plaza.

Veinte minutos antes.

Suena el móvil, son las dos de la mañana, medio dormido lo cojo preguntándome quien era.

- ¿Quién es?… - Soy yo… - ¿Qué pasa que me llamas a estas horas? – Podemos vernos… - ¿¡Ahora!? – Sí, por favor, es urgente. – ¿Vale de aquí veinte minutos en la plaza? – De acuerdo…

Era mi mejor amiga, y parecía preocupada. Yo preocupado me levanté y me di una ducha rápida para despejarme.

Eran y las dos y diez, salgo y cada segundo empiezo acelerar el paso, no se porque, supongo que por el tono de su voz cada vez estaba más preocupado. Atormentado, por su voz miro el reloj y veo que faltan cinco minutos, casi e llegado y por la cabeza tengo las únicas palabras…

Ya son las dos y veinte, acabo de llegar a la plaza, y la veo a ella con una expresión llorosa sentada en el banco en que nos conocimos. Llego a su lado. Me siento y lo primero que se me ocurre es darle un abrazo.

-¿Qué ha pasado, para que me llames tan repentinamente? – Él, no volverá. - ¿Cómo que no volverá, es que se ha ido al pueblo? – No, a otro sitio… mejor supongo. - ¿Cómo que mejor?

Se le escapaban pequeñas lágrimas. Y a mi, me empezó a rondar por la cabeza la peor de las ideas.

- Sí, jamás volveremos a verle reír, con nosotros. – Pero, ¿Por qué? – Anoche lo dejamos, bueno le dejé, le dije que había alguien al que quería de siempre, pero que hasta hace poco, no me había dado cuenta de lo que sentía por él. - ¿Y eso, si estabais bien, no? – Sí, pero ya no sentía lo mismo, solo sentía que quería estar con… - ¿Con quién? - … - Dime, algo por favor, me estas asustando. – Contigo.

Me quedé pillado, no sabía que decirle.

- … - Lo sé, tantos años juntos, pasando de todo y no me había dado cuenta antes, pero…

La paré en seco, con la pregunta que yo no quería formular y ella temía oírla.

- ¿Y él, como se lo ha tomado? – Delante de mi, bien, pero hace dos horas me llamó su madre diciéndome que él había… - Vale, no hace falta que sigas.

La volví abrazar, para consolarla, ya que volvían las lágrimas a sus dulces ojos.

- No te preocupes, vale, lo pasaremos juntos.

Me volvió a pillar, otra vez me quedé sin palabras.

- Juntos… ¿Pero cómo a mi me gustaría o cómo siempre? - … - … - Deja que piense, vale, me acabas de decir lo que siempre he querido escuchar… - Pero es que, no me había dado cuenta, se que he sido una tonta. Lo siento mucho. - … - Ahora sabes que lo único que quiero es estar a tu lado, así que pasemos esto juntos y démonos una oportunidad, ¿no? – Vale.

Ella volvió a sonreír, con la mejor de sus sonrisas y yo estaba igual de feliz.

Se que esto no es de lo que acostumbro ha escribir, pero siempre he querido escribir una historia de este estilo, y por fin lo hice.

Saludos a todo mis lectores y espero que disfrutéis leyéndola.

Os digo que si quereis leer los comoentariosa de las anteriores entradas os vayais aqui http://www.uncaminoala.blogspot.com/