Frustración... Rabia...

Busco dentro de mí. ¿Qué encuentro? ¿Frustración?, ¿Rabia?, ¿Decepción?

Lo único que siento es el sentimiento de frustración y rabia, eso si cada uno en una celda de mi corazón.

Estas sensaciones, no creo que la bebida, consiga hacerlas desaparecer de dentro de mí. Están ahí, aferradas a mi corazón, no conseguiré que desaparezcan hasta entender como llegaron aquí.

Encerrada la frustración, esta a su lado la rabia, ella no puede salir ya que está unida por un pequeño hilo junto a la frustración y si no salen las dos, no sale ninguna.

“Reconócelo todo cómo tuyo y sácalo de ahí, airéalo, desahógate... y deja que se vaya. Retenerlo sólo te servirá para endurecerte y naufragar en ello... y no aliviará tu tristeza ni tu pena.

Ponte una música lenta, romántica y melancólica para acunar tu pena y tu tristeza, y llora, sí, deshazte en lágrimas con toda la potencia de que seas capaz, sin freno ni restricciones... Y sí puedes volcar esas lágrimas sobre un hombro amigo, mejor que mejor. La soledad, en estas ocasiones, no suele ser buena compañera.”

Tal y como dice este texto se que para poder deshacerme de todos estos pensamientos es necesario reconocerlo, y ahora mismo lo estoy reconociéndolo, por eso estoy escribiendo sobre ello.

Pero el sacarlo es algo que ahora mismo no puedo realizar así que con estas palabras intento deshacerme de ello.

Llorar, eso dice el texto, no acostumbro a hacer que las lágrimas de mis ojos se deslicen por la superficie de mi cara, pero esta vez es una de esas que necesitas llorar. Aunque no tengo el hombro de un buen amigo, siempre me queda mi mejor amiga, la que me ha ayudado, en momentos como este, y ha estado ahí cuando he reflexionado, ella es mi almohada.

Si dice que la soledad, no es buena compañera, es aquí donde discrepo, para mi en este momento la soledad es la única que me comprende.

En fin, voy a tumbarme junto con mi almohada, y pensar sobre todo lo que me ha pasado esta semana, para comprender el hecho de estar encerrado, tras los barrotes de la frustración y la rabia, y así levantarme mañana con la mejor de mis sonrisas.

“Lo siento, no lo conseguí. Se que te falle, pero no me lo tengas en cuenta. Sabes el porque.”